Pensaba hacer referencia a "El poder de los karaokes" como libro ADA y a la investigación que Javi ha hecho sobre Joan Vaello, pero al recibir su correo me parece más interesante que leáis sus impresiones sobre su experiencia en el Practicum, creo que es enriquecedor para futuros profesores pero sobre todo por si puede animar a algunos de los de "dentro". Más adelante colgaré la referencia al libro y los enlaces al profesor Juan Vaello. Moltes gràcies, Javi.
Sin ningún problema puedes utilizar aquello que les puede servir a otros de lo que te haya podido aportar. El conocimiento es de todos.
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En cuanto a lo del practicum estoy en el IES número 1 de Xàbia. De momento voy de la mano de la tutora viendo técnicas, tácticas y estrategias que sigue para dar la docencia. También observo desde la distancia como se comporta la clase ante las indicaciones de la profesora con la finalidad de conseguir recursos para cuando me toque a mi desenvolverme en el aula. Estoy viendo la docencia en ciclos y en la ESO, 2 mundos muy diferentes desde mi punto de vista con lo poco que llevo visto, o al menos en este centro o con los grupos que yo trato. La especialidad por la que me presento yo, Informática, en este centro no están las aulas muy masificadas. En los ciclos tenemos aulas con 16 alumnos en un curso, luego 17 en segundo y en 3º de la ESO como es una optativa 14 alumnos. Nada que ver con la de otros compañeros, por ejemplo matemáticas, que hay otra compañera en el centro y me indica que tiene aulas de 30 alumnos. Como la informática es amena, puesto que los alumnos están todo el tiempo con el ordenador, no hay problemas de comportamiento (al menos a las clases que yo asisto, a lo mejor en otros cursos/aulas/centros que yo no asisto si que existen, pero "ojos que no ven corazón que no siente").
Luego también estamos viendo el funcionamiento del centro. Es como un pueblo, tiene vida propia. Con 850 alumnos que tiene el centro, turnos de mañana y tarde, me sorprendió la activdad que existe en los IES. No tengo esa percepción cuando estudié en el Instituto, tal vez porque al ser parte activa del centro no tenia esa visión. Ahora como lo estoy viendo desde la posición del observador y del analista, me fijo mucho más en los detalles. Existen infinidad de programas, proyectos y cosas que se pueden hacer en un centro. Si uno tiene interés puede estar trabajando mucho sin aburrirse. Un programa que están llevando en Informática de las clases que yo asisto es dar la Informática en Inglés. Me parece muy interesante y enriquecedor para los alumnos y para el profesor también puesto que hace un esfuerzo para que esto se lleve a cabo.
Además la leyenda o el mito que se puede tener por parte de la sociedad de que los funcionarios no trabajan, de momento no lo veo así (a lo mejor con el tiempo cambio de opinión). Veo que hay que preparar las clases, corregir exámenes, preparar actividades ... En fin, un montón de trabajo. Supongo que esto debe ser lo mismo que en todos los sitios, cuando uno se quiere implicar y dar lo mejor de si, pues siempre existirán programas/proyectos de colaboración en el centro, apuntes que uno se querrá elaborar, ejercicios más detallados para que su alumnos aprendan mejor los contenidos ... Y si otros no quieren colaborar, pues harán lo justo.
Finalmente he visto el seminario de Joan Vaello y me ha parecido muy interesante. Con apenas una diapositiva con a,e,i,u (y la o que las rodea) da una clase de 2 horas. Impresionante cuando uno domina una materia como puede sacarle jugo a una sola diapositiva. Muy enriquecedora toda la temática que trata. Como anécdota indicar que en el Instituto, cuando nos hizo una charla un jefe de estudio sobre el plan de convivencia del centro, estuvimos comentando que nosotros habiamos hecho un seminario sobre "como dar clase a los que no quieren" de Joan Vaello y el jefe de estudios nos sacó 2 libros (que creí entender que eran las 2 ediciones que se han sacado de este libro) que tenian en el centro y que él personalmente habia leido. Nos comento que aplicaba ciertas cosas que se mencionan en el libro y que le resultaban útiles.
Un saludo."
Era mitad de mes y lanatyrubika me pagó con un cheque de gran valor: la satisfacción de que el cambio a mejor se había puesto en marcha a unas escasas tres semanas del su incorporación al grupo. El 18 de febrero le dije “Gracias por tus palabras de ayer” pero ella quedó sorprendida “¿Qué es lo que dije?”. Señal de que eran sentidas y sinceras. Sus palabras fueron: “Yo ya voy por la página 197. ¿Qué libro me recomiendas para que empiece al terminar este? Me lo quiero comprar este fin de semana." Le dije: “Te lo puedo prestar, en cuanto lo devuelva Marilena”. “No”, me dijo, “yo prefiero comprarlos, quiero conservarlos para cuando sea mayor, nunca me había gustado la lectura, pero ahora, siento que me he enganchado y me gustaría tenerlos”.
