
Puede que a muchos esto no os resulte extraño pero para aquellos que sabéis a qué me dedico, sabréis valorar la importancia que esto tiene. Creo que voy a empezar a llamar mi programa “aula de coaching educativo”, eso de compensatoria social suena fatal.
Os contaré el caso de lanatyrubika, con ocho suspensos en la primera evaluación, siendo ya repetidora de 1º ESO. Ella no se podía imaginar aquel viernes a las 08.30 de la mañana, cuando entró en un grupo que no era el suyo, riendo, bromeando y haciendo el tonto que se iba a encontrar conmigo, que no nos conocíamos de nada, que cubría una guardia, que les enseñaba técnicas “raras”, que mantenía su atención y curiosidad, que rompía sus bloqueos y detectaba las emociones que les impedían avanzar. Ella me miraba con unos preciosos ojos marrones, llenos de luz, que pedían a gritos “échame un cable”, un chicle en la boca y una sonrisa forzada, porque ella no sabe el porqué pero sabe que la sonrisa tiene poder y la usa para iluminar todavía más. Puños cerrados, pues se come las uñas hasta las yemas. No obstante, es una niña con fuerza, ganas, optimismo, a pesar de sus pesares, una de esas niñas que no debemos permitir que se nos vaya al saco del fracaso escolar. “¿Tú quién eres?”, me decía, sonriendo pero nerviosa “¿Porqué adivinas lo que me pasa? Me das miedo, profe.” Cuando nos despedimos le señalé la puerta de mi aula, “si algún día sientes que en algo te puedo ayudar, ven a verme”. Tardó tres días, pasaba y traspasaba por delante de la puerta, con su risa floja, no se atrevía a entrar, hasta que finalmente se decidió. “¿Qué puedo hacer para venir contigo?” No todos los que han pasado por mi grupo se les ha podido cambiar, pero todos los que han entrado por pronunciar esas palabras, están ahora en mejor situación de la que estaban. Esto demuestra que una de las premisas para que el coaching funcione es que haya voluntad de cambio. Es el primer paso del coaching, la voluntad del coachee de querer cambiar. Puede ocurrir a los 50, 40, 30 ó 13. Esa niña tiene madera. Natalia tiene talento, una creatividad que le chorrea y también sensibilidad. Quiere pintar, quiere escribir, quiere estudiar…y no tiene dudas porque ahora sabe que quiere LEER.
Mi querida lanatyrubika, es un placer tenerte en mi grupo. ¡Ánimo! Tira el chicle, agárrate con los pies al suelo, manos sobre las rodillas, espalda erguida, respira, cierra los ojos, los demás tienen su camino, tú construye el tuyo LEYENDO, PINTANDO, COSIENDO, ESCRIBIENDO, ESCUCHANDO (TE).
Ah, lanatyrubika se está leyendo El diario de Ana Frank y el Niño del pijama de rayas para estudiar la II guerra mundial y Pídeme la luna para su crecimiento personal.
La próxima semana hablaremos de...Gonzalo.
Gracias Isabel por tus palabras,me han encantado,y no las pienso olvidar nunca porque se que me servirán para conseguir mis metas.
ResponderEliminarNunca te podré agradecer bastante lo que estás haciendo por mi.Te quiero Isabel y nunca pienso olvidar esos dias que estaré en tu clase.
Estupendo blog, Isabel, continúas dando lecciones con tu trabajo.
ResponderEliminarTe mando un poema del uruguayo (así se llama una de las bibliotecas de la Universidad de Alicante)Mario Benedetti "Informe de caricias";
1
La caricia es un lenguaje
si tus caricias me hablan
no quisiera que se callen
2
La caricia no es la copia
de otra caricia lejana
es una nueva versión
casi siempre mejorada
3
Es la fiesta de la piel
la caricia mientras dura
y cuando se aleja deja
sin amparo a la lujuria
4
Las caricias de los sueños
que son prodigio y encanto
adolecen de un defecto
no tiene tacto
5
Como aventura y enigma
la caricia empieza antes
de convertirse en caricia
6
Es claro que lo mejor
no es la caricia en sí misma
sino su continuación.
Gracias, chicos, por contestar. Da un gusto enorme cuando tienes un blog, que te entren comentarios, sobre todo si son como estos. El profesor Nicolás Pardo también es un profesor "hADA", de eso saben mucho sus alumnos...y de cómo aplica los diez puntos del decálogo.
ResponderEliminar